Entre las trabajadoras suele ser frecuentes las dudas relativas a la conciliación de la vida laboral y familiar, por ejemplo cuando se enfrentan a un embarazo.
Debemos tener en cuenta que el Estatuto de los Trabajadores no obliga a la trabajadora a comunicar su situación, de forma que esta le corresponde solo a ella. Sí que puede haber casos donde sea conveniente para la trabajadora avisar de su embarazo, por ejemplo, si su médico lo ha considerado como embarazo de riesgo. En estas situaciones la empresa deberá valorar si el puesto de trabajo es compatible con la situación de la mujer, porque de no ser así habría que cambiarla a otro puesto más compatible o, en última instancia, la trabajadora pasaría a una situación de baja remunerada. Lógicamente para hacer este trámite será necesario que le trabajadora informe primero de su estado de gestación.
Durante el tiempo que dure el embarazo, la trabajadora tiene derecho a acudir a revisiones médicas o pruebas prenatales necesarias. Este tiempo es retribuido y la empresa no puede descontarlo del salario.
Por otra parte, si una vez comunicado el embarazo la empresa opta por despedir a la trabajadora embarazada, esta tiene derecho a reclamar. Los despidos cuya única causa sea un embarazo se consideran nulos por nuestra legislación, de forma que conllevarían la readmisión de la trabajadora y el pago de los salarios de tramitación. En caso de estar cumpliendo un periodo de prueba, en principio el empresario tiene libertad para terminar la relación laboral; no obstante también se podrá reclamar si se demuestra que el despido ha sido por el embarazo o se han vulnerado los derechos fundamentales de la trabajadora.
Ante la duda o si estamos teniendo algún tipo de conflicto con nuestra empresa por nuestra conciliación laboral y familiar, es conveniente ponerse en contacto con nuestro abogado laboralista de Madrid para que nos ayude.
